A veces ganas y otras sólo cobras.
En publicidad se conoce pitch como el momento mágico en que estás presentando tu idea. Es muy cierto, casi todo sucede durante los primeros 10 minutos: todos están atentos, intentas leer a tu cliente, su estado de ánimo, si está disperso o preocupado, intentas ir desconectando los cables que lo unen a la realidad para que entre en el terreno de las ideas, de las posibilidades, después de todo le estás presentando un cartucho de dinamita y el tiene en su mano un cerillo.
Hay que saber cuando pedirle fuego.
Por otra parte, tienes varios días pensando esa idea, es decir uno puede quedar seriamente enamorado de un concepto que no necesariamente es lo que tu cliente necesita.
Eso nos pasa muchas veces.
Traemos la idea de un hombre que tiene un próspero negocio en el que renta cachorros: Puppies for rent uno llega, renta un chachorro y se lo lleva al parque donde ¡voilá! guapas mujeres aparecen a tu encuentro. Nadie puede resistir un cachorro. ¿Ridículo? ¿se imaginan la gente haciendo fila, eligiendo y regresando a entregarlo de la mano de una hermosa damisela? ¡Javisnes! claro es un giro que va en crecimiento y ahí entran los beneficios: cualquiera que sea tu negocio, tenemos un plan para ayudarte a crecer.
Obvio esto sólo si el brief de tu cliente era llegar a Pymes e impactar.
Pero también tenemos esa idea donde creamos historias con la gente, en las que ellos son el motor de la campaña, mucho más emocional, en ellas ratificamos los resultados con pequeños clips en los que se viven de cerca esas micro historia. Y ¿saben qué? también funciona y funciona muy bien.
Así es la vida en publicidad, a veces vendes una idea y otras, bueno algunas otras sólo cobras por aquello que quieren escuchar.
La vida es todo lo que la publicidad te dice que debe suceder, mientras tu haces planes.
(Aplausos: McCann Erikson, You won’t be sorry you listened to us.)
Leave a reply